Creciendo con Paul


Cuando escuché por primera vez el disco Driving Rain, de Paul McCartney, lo odié con toda mi alma. Y aún hoy, no logro encontrarle la vuelta. Es un disco oscuro, tortuoso y lleno de imágenes ligeramente perturbadoras. Casi no parece Paul. Es un trabajo que no entiendo y con el que no logro identificarme.

Escucho a los Beatles desde mi adolescencia. Los descubrí gracias a mi mamá y, cuando estaba terminando la escuela secundaria, mi tema favorito era I saw her standing there. Cuando Paul McCartney compuso ese tema, no tenía mucha más edad que la que tenía yo cuando amaba esa canción.

Mi ingreso al mundo aldulto estuvo muy marcado por Help! y Rubber Soul, discos que mantenían la primitiva alegría Beatle, pero empezaban a ganar en profundidad. Recién casado y haciendo un trabajo agotador, que no me gustaba, mi favorito era I'm looking through you. Cuando Sir Paul lo compuso, tenía 25 años.

Durante los primeros años de vida de mi primer hijo, mi disco Beatle favorito fue Abbey Road y You never give me your money era el tema que me hacía sentir más identificado. Paul se acercaba vertiginosamente a las tres décadas.

Hoy, Maybe I'm amazed y My love son parte indiscutible de la banda de sonido de mi vida. Tengo 34 años. McCartney compuso el primero a los 30 y el segundo a la exacta misma edad que tengo ahora.

Quizás cuando llegue a las seis décadas -Paul tenía 61 cuando editó Driving Rain- pueda aprender al disfrutar de ese disco.

Al fin y al cabo, crecí con Paul.