Muchas cuerdas


Suelo tomarle el pelo a nuestro bajista. Porque él, pobre niño ingenuo, está tan orgulloso de su bajo de seis cuerdas. Y yo, turro, me la paso diciéndole que eso no es un bajo, que los bajos tienen cuatro cuerdas, que esa cosa que él toca es una guitarra gorda.

Pues parece que eso de ponerle cuerdas demás a las cosas se está convirtiendo en una tendencia. Si no, vean este simpático tanguero que decora un bolishopping del microcentro: